Cuando los años van pasando, no podemos evitar que nuestra piel pierda rigidez, e incluso, se produzcan arrugas o lineas de expresión… En definitiva, la aparición de los signos de la edad se van desarrollando en todas las personas, algunas con mayor intensidad que otras, lo que es cierto es que nadie se libra de que pasen los años.
Los hilos tensores, nos dan una segunda oportunidad, nos ofrecen la posibilidad de rejuvenecer nuestra cara, un efecto lifting que logrará hacer que nuestro rostro recupere su tensión y aspecto rejuvenecido, en definitiva, que nuestra piel luzca con una mayor vitalidad y nos veamos radiantes, sin rastro alguno de nuestras antiguas marcas.
Además de conseguir mejorar nuestro aspecto exterior, los hilos tensores provocan que nuestro organismo poco a poco vaya recuperando la producción de colágeno, pues también es estimulada. En definitiva, encontramos en los hilos tensores un tratamiento estético poco agresivo, con grandes resultados y muchos beneficios añadidos.
Beneficios de los hilos tensores
- Mejora los signos de la edad, arrugas, pliegues y marcas de expresión. Este tratamiento logra que paremos el reloj, rejuvenecer nuestro rostro y todo ello unido a unos grandes beneficios en nuestra piel como la producción natural de elastina o colágeno.
- Pueden ser aplicados en muchas zonas, desde las pequeñas arrugas, hasta los pómulos o cuello. Al tratarse de un material biocompatible, el tratamiento puede realizarse en la mayoría de zonas en las que más se acentúa el paso del tiempo sin peligro de sufrir algún tipo de reacción alérgica.
- Los hilos comienzan a actuar inmediatamente, y a medida que el cuerpo los va reabsorbiendo, la piel va mostrando un aspecto más natural a medida que pasa el tiempo, además logra que los efectos se prolonguen en el tiempo, siendo habitual un nuevo tratamiento con hilos tensores en la mayoría de los casos por su alto grado de satisfacción entre los pacientes.
- Se trata de un tratamiento poco invasivo e indoloro, lo que fomenta una rápida recuperación minimizando el tiempo que pasa entre que el paciente se somete a la aplicación de los hilos y su reincorporación a su actividad cotidiana.