La bioestimulación con plasma rico en plaquetas (PRP) es un procedimiento autólogo, es decir, que se realiza con sangre extraída en forma indolora del mismo paciente. Su objetivo es retroceder las señales comunes del envejecimiento de la piel en el área facial, cuello y manos. También busca mejorar algunas patologías como manchas, acné (y sus secuelas), estrías y cicatrices.
La aplicación de este plasma permite retrasar el proceso de envejecimiento de la piel. Activa la regeneración celular, lo que permite obtener una mejor calidad de piel, más luminosa y lozana, con mejor textura, menos flaccidez y menos arrugas.
Este tratamiento no conlleva riesgos de alergias ni reacciones de incompatibilidad, lo que hace que sea un procedimiento seguro para el paciente, se realiza en un consultorio de forma ambulatoria, con un equipo de profesionales médicos bajo condiciones de control de calidad extrema, según las normas de procedimiento para la manipulación de material biológico.
Es recomendable realizarse un PRP cuando se empieza a observar que la piel pierde colágeno y su capacidad de regeneración celular. Se puede aplicar a modo de tratamiento preventivo, en el caso de las pieles más jóvenes o como rejuvenecedor en aquellas pieles más envejecidas. Será el médico quien, en última instancia, decida cuándo es el momento indicado para su aplicación.
Es muy importante destacar que a todos los pacientes se les debe realizar, antes de la aplicación, una historia clínica completa y un análisis de sangre, para descartar cualquier enfermedad pre-existente. Hay contraindicaciones específicas para pacientes con trastornos de la sangre e inmunológicos, entre otras patologías.
Sirve para tratar toda patología que requiera de regeneración tisular. Se aplica mediante microinyecciones en las zonas afectadas. Al reparar las fibras y el tejido dañados, mejora el aspecto de la piel y regenera nuevas células, de mejor calidad.
Advertencia: Luego de cualquier tratamiento médico y/o estético para mejorar la calidad de la piel es indispensable el uso de protector solar. Es importante concientizar acerca del daño que causa el sol, y de la necesidad de utilizar cremas o emulsiones con filtro solar (variará qué producto se usará en función de la época del año).